
Viene y va por los hilos que suspende la luna.
Hilos de blanca araña, cazadora de sueños.
Baja y sube por ellos, su amor. Tiembla con ellos
y se puerde en la suave fatalidad nocturna.
Ignora si es otra alma o el alma propia suya
la palida mujer en el esquinfe negro.
cera de un antifas de amor perecedero
o marmórea visión de la unidad segura.
vana fiesta de muerte la que sus ojos miran.
Lluvias de fuego alumbran de pronto las ruinosas
fachadas cadavéricas, por hierros sostenidas.
se oye un largo gemir de cantos que se ahogan.
vencida dice: "Todo pasa" ; pero en seguida
tiende al eterno instante sensual barcas de sombra.
||||Enrique Larreta||||